miércoles, 2 de diciembre de 2015

A vueltas con las noches

¿Dos entradas seguidas sobre dormir en el sofá? En realidad no, porque ya no duermo allí, ahora directamente no duermo.

Parece mentira que sólo ha pasado un año y la de cambios que han pegado estos dos ex-renacuajos. El más importante, pasar de dormir toda la noche del tirón, con preocupación incluso con uno de ellos que era capaz de acostarse a las 20h y levantarse a las 11 del día siguiente, a no ser capaces de dormir toda la noche seguida. 

Y el problema no es que duerman poco, que en realidad tampoco duermen tan mal. Lo grave es que son dos y se turnan. Por ejemplo, se duermen a las 20.30-21 (más o menos) y pueden estar dormidos hasta las 2 de la mañana, hora en la que se despierta uno nada más. En ese intervalo #mellizo2 tiene el sueño tonto y se mueve muchísimo en la cuna, y aquí pasa una cosa muy rara. Cuando están en la hamaca durmiendo tiran el chupete y se podrían tirar toda la noche del tirón, lo llevas a la cuna y ahí siguen fritos, les vas a poner el chupete y no no, que no lo quieren, ni abren la boca y mueven la cabeza de un lado a otro en plan "que me dejes, hombre ya!". Pero pasado un ratillo, #mellizo2 empieza a sollozar. Vas corriendo, le pones el chupete y zasca, dormido que queda. Hasta que vuelve a moverse, pierde el chupete de nuevo y vuelve a sollozar, y como no vayas rápido los sollozos pasan a convertirse en lloros gordos. A veces se lo pone él solo (dormido, jeje) aunque la mayoría de las veces hay que ir. Aún así, ¿cómo es posible que algo que no quiere en la hamaca lo necesite tanto en la cuna?

El caso es que como digo, así puedo estarme hasta las 2 más o menos, levantándome cada poco a ponerle el chupete. Y llega la hora graciosa. Uno de los dos se despierta (puede ser cualquiera). Se pone de pie en la cuna y empieza a llamarte. Vas, lo coges, le preparas un biberón, le cambias el pañal y lo duermes. Lo vuelves a poner en la cuna, te acuestas y al poco rato el otro en las mismas. 

Y así nos podemos estar toda la noche, porque a partir de ese momento, y por alguna extraña razón, lo máximo que pueden llegar a dormir seguido es una hora y media. Y claro, en ese rato hay que quitar lo que ha tardado en ponerse a llorar el segundo y el tiempo que has tardado en aviarle. Vamos, que dormir dormir, pues no me da tiempo a dormir mucho.

¿Qué pasa? Pues que me estoy haciendo un ave nocturna total. Si antes me quejaba de que no me dejaban ni ver PoI porque me quedaba dormido, ahora he pasado a verme la tercera temporada en 3 días y poco a poco me estoy poniendo al día de las series que tengo pendientes. Total, ya que me levanto, pues mientras les preparo las cosas y les doy bibe y demás me pongo un capitulillo de fondo. Además aprovecho para echar horas de curro, porque claro, llega el día y en cuanto llega la mami de su curro (seguro que ahora agradece tener turno de noche, jeje) le tengo que pasar el testigo. "Quédatelos un rato que yo necesito dormir algo". En ese caso tengo que reconocer que es una suerte estar de autónomo (otro día escribiré sobre eso, que lo tengo pendiente) porque como tuviera que ir luego a la oficina ni os cuento lo que iba a rendir.

¡Con lo que fardaba yo de niños que dormían de lujo!

Y claro, aquí llegan las opiniones de los demás:

  • "Es que no deberías dormirles en las hamacas": Antes decían lo mismo de los brazos y no tuvimos ningún problema en que se desacostumbraran, vamos, que ni se te ocurra cogerles para intentar dormirles que no veas como se ponen.
  • "Yo que tu usaría el método Estivill, que a mi me ha venido de lujo": Pues hombre, no soy muy partidario de ese método, pero aunque quisiera hacerlo... ¿cuántos niños dices que tienes? Ah, es verdad, sólo uno, o más de uno, vale, pero los otros son mayores, claro, claro. Prueba a intentar el método ese con dos críos. Y de separarles ni hablemos que va a ser un poco difícil, ya están demasiado acostumbrados a estar los dos en el mismo sitio. Es que ojito, es poner al crío en la cuna en plan "a ver si te duermes" y no hace falta ni que salgas del cuarto, ¡qué pataleo, qué griterío, que van a pensar los vecinos que estamos haciendo matanza! Algún día van a venir a pedirme chorizos o jamones, como si lo viera.
  • "Deberíais dejarles sin dormir durante el día, que seguro que duermen mucho y así por la noche están cansados y duermen del tirón": Pues no, no sirve, y no es que lo haya intentado a propósito, es que tan pronto quieren dormir todo el día -dato curioso, suele ser cuando más aguantan por la noche- como que no son capaces de echarse ni cinco minutos de siesta.
  • "Eso es que cenan poco y se quedan con hambre": Pues tampoco, unas veces cenan más y otras menos, pero en general cenan bastante bien y siempre toman lo que quieren, y da igual la cantidad que si se despiertan por la noche siempre toman la misma cantidad de biberón independientemente de lo que hayan cenado -son ellos los que paran cuando ya no quieren más-.
Que es muy fácil opinar, yo lo entiendo, soy el primero que lo hace, pero cuando llega el momento de la verdad nada sirve.

En fin, en un mes empiezan la guardería, veremos si el empezar con una nueva rutina les cambia en algo sus hábitos nocturnos. Mientras tanto, si necesitáis algo de mi, es más fácil que me localicéis de madrugada que de día ;)

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Dormir en el sofá

Si ya sabía yo que iba a tardar en volver a escribir, y no es porque no haya querido hacerlo antes. Igual que lo de grabar un nuevo vídeo. Es que no doy más de mi. En cuestión de unos pocos días uno de los mellis ha pasado de gatear por toda la casa a ponerse de pie sujetándose en todos los muebles, y claro, ahora que ha descubierto los beneficios de ser más alto, no quiere estar sentado o tumbado en ningún sitio. 

Y el otro, viendo que si no se movía no iba a volver a tener compañía, ha arrancado a gatear también y cada vez que se va su hermano, pues tira detrás. Lo de ponerse de pie, obviamente, es cuestión de días, o de horas, porque ya lo he visto levantarse apoyado a la mesa...

El caso es que con tanto ajetreo uno pensará que deberían dormir del tirón, y así es, aunque desgraciadamente no siempre. 

Antes se turnaban para dar guerra. El moreno se solía despertar a mitad de noche, tomaba un biberón y ¡voilá! Dormido otra vez. Luego pasó a despertarse unas pocas veces más, y por supuesto, a no querer estar en la cuna en esos momentos, así que me lo sacaba al comedor y le dormía en la hamaca. Mano de santo, en menos de 5 minutos roque total, pero claro, el cansancio al día siguiente de haberte estado levantando cada poco no te lo quita nadie.

Luego se cambiaron los papeles. Si bien el melli nocturno decidía que ya quería dormir toda la noche, su hermano decidía que no le gustaba el silencio que había dejado, así que empezó a despertarse también. Aunque este no tenía tanta hambre, se podía tomar un poco de biberón (muy poco) y luego le costaba la vida dormirse, con lo que las noches se volvían eternas.

Al principio decidí aprovechar la situación y ponerme a ver series, Netflix al canto y Person of Interest para el buche, que me tiene enganchadísimo. Y si bien al principio veía algo, en seguida pasé a no ver nada, que el cansancio acumulado se tiene que notar en algún momento. Así que llevo más noches de las que me gustaría quedándome sopa en el sofá mientras acuno al peque, aunque no mucho, en 2 horitas suelo despertarme. 

Al principio sólo eran unas horas, pero en los últimos días los niños han decidido solidarizarse el uno con el otro y deben haber pensado "oye, que papá se duerme mientras te duerme, pues me despierto yo también y así nos hacemos compañía". Y en esas estamos, con los dos despertándose cada poco, mi señora (las noches que no trabaja) y yo liados con biberones, pañales y demás, y finalmente, yo yendo al salón a dormirles a las hamacas (porque servidor ha cometido el error de aprender la técnica para dormirles en cero coma). 

Así que ya llevo unos días que directamente me despierto a la hora del desayuno tapado con una bata y con estos roncando en las hamacas, además de con un dolor de cuello tremendo.

Lo bueno que al ser autónomo y trabajar desde casa y que mi señora trabaje en turnos nocturnos, puedo pasarle el testigo de los niños al amanecer y echarme una siesta para recuperarme un poco, pero eso no quita que esta situación no puede seguir así. Bien es cierto que los pobrecillos andan un poco mocosos estos días, así que estoy achacando este mal dormir a que los mocos les taponen sus pequeñas naricillas. Espero que entre sueros, aspiradores nasales y demás parafernalia infantil, se les pase pronto y podamos volver a tener noches tranquilas.... Espero...

miércoles, 7 de octubre de 2015

Gimnasio abierto 24 horas

Ser padre es agotador, pero es que ser padre de más de uno a la vez es como tener un gimnasio abierto las 24 horas. Además tengo la suerte, o la desgracia, según se mire, de ser autónomo que trabaja desde casa, y eso se nota y lo notan, que no son tontos. Para terminar de rematar, unas cuantas noches a la semana mi señora curra de noches, con lo que esto podría ser el acabose. Menos mal que hemos tenido suerte y los peques duermen casi del tirón. De hecho uno de ellos sí que duerme toda la noche, y el otro se puede despertar nada más que una vez, así que bien. 

Pero el resto del día es muy diferente. Sí, afortunadamente tenemos ayuda, a los niños, y a nosotros, claro, nos ha tocado la lotería con los abuelitos, pero una cosa es una ayuda puntual y otra tenerlos contratados todo el día, que va a ser que no. ¿Los niños de quién son? Míos, pues yo me apaño. ¿Que de vez en cuando viene bien que nos echen una mano? Por supuesto, pero una cosa que dije antes de ser padre es que no iba a tener a los futuros abuelos como si fuesen los canguros oficiales. Encima estando en casa tanto como estamos, pues hombre, te intentas organizar mejor y listo. Otra cosa muy distinta sería que trabajásemos los dos fuera, aunque para eso están también las guarderías, pero eso es algo de lo que hablaré otro día, que me tocará vivirlo en breve.

Así que en esas andamos, compaginando el trabajar, el cocinar (esto mayormente mi mujer, no por tema de machismo, faltaría más, sino porque también he tenido mucha suerte con ella y le encanta cocinar e investigar nuevas recetas cada poco), la limpieza del hogar (aquí la abuelita nos ayuda mucho también) y como no, el lidiar con un par de bichillos que cada vez quieren dormir menos por el día y que les hagas más caso.

Mucha gente me dice, y yo también lo pienso, que cuando sean un poco mayores voy a agradecer el haber tenido dos de golpe porque jugarán mucho entre ellos y nos dejarán más tiempo a nosotros. Pues sí, seguramente pase eso, pero de momento no son "un poco más mayores" y aunque ya van entreteniéndose entre ellos, quieren que los papis estemos con ellos.

Resultado: 8 kilos perdidos en 10 meses, algo impensable en mi. Que yo siempre he sido más bien delgaducho, pero de un tiempo a esta parte me había asentado en la buena vida y tenía una barriga que me daba una vergüenza tremenda. Barriga que afortunadamente ha desaparecido y ahora, aunque esté mal que lo diga, me he quedado con un figurín que ojito. Soy como un antipadre, porque la norma es que nos salgan kilitos y yo los estoy perdiendo. Y no sólo de delgado, es que yo me noto mejor (y mis últimos análisis médicos así lo confirman, que por no tener no tengo ni colesterol, yo, que no sé cómo voy a decirles a mis niños que no coman donuts ni bollycaos cuando soy el primero que llena la cesta de la compra de esas cosas, jejeje)

Vamos, que desde que soy padre duermo menos horas, me canso más, tengo menos tiempo para hacer todo lo que querría hacer, no me da tiempo a ver tantas series como podía ver antes (eso tampoco es un problema, que hay muchas muy malas), tengo menos kilos y de momento, la misma cantidad de pelo y de canas que ya tenía, y oye, que estoy super contento. Y es que la paternidad múltiple me ha mejorado una vida que para mi ya era casi perfecta :)

miércoles, 23 de septiembre de 2015

De vídeo a blog y tiro porque me toca

¡Hola hola! Muy buenas querido visitante. Si has llegado hasta aquí posiblemente sea porque ya conoces mi canal de youtube. O porque me sigues en twitter y has visto mi spam. O yo qué sé, que te lo has encontrado de casualidad y has pensado, a ver qué es la tontería esta. Pues de momento aquí un adelanto, mira, mira las tonterías que digo.



Sea como fuere, el caso es que has llegado y ya estás leyendo esto. Y te estarás preguntando, ¿y este blog para qué es? ¿No dice que ya tiene un canal de youtube? Y si me conoces añadirás ¿No se queja siempre de que no tiene tiempo para nada? Pues sí, me quejo y no lo tengo, pero de vez en cuando saco un resquicio que me permite escribir un poquitín o grabar algún vídeo, que por cierto, ya va siendo hora de publicar otro, ¿verdad?

El caso es que los mellizos dan cada vez más guerra, y cuando llega la noche, que es cuando suelo grabar, empiezo viendo alguna serie y cuando me quiero dar cuenta me he quedado frito en el sofá, y claro, ya no hay ganas de grabar. Además que cada vez hay más series que ver, y estamos empezando nueva temporada seriéfila, ¡no me da tiempo a hablar de tantas series en el canal! 

Con lo que he pensado que estaría bien abrir este nuevo blog y recomendar alguna serie antes de que se haga viejuna y no tenga sentido hablar de ella en los vídeos. Además que esto es "Papá seriéfilo", que no sólo hablo de series, también de las tropelías de mis pequeñuelos. Y de eso también os encontraréis cosas por aquí. 

No consejos, que eso no sirve para nada. Cada niño es distinto y cada familia y el entorno también, y todo eso afecta. ¿Que mis niños se quedan roques en las hamacas? Genial, esa suerte que tengo, el de mi hermana se queda frito en el columpio y sin embargo los míos no quieren ni verlo. Y así muchas cosas. Así que lo único que contaré aquí serán anécdotas de mis chicuelillos y cómo van evolucionando para convertirse poco a poco en unos seriéfilos de pro.

Así que como diría Mick, ¿quieres... venir conmigo?